Apuntes breves sobre pestes y demás calamidades en la historia
Apuntes breves sobre pestes y demás calamidades en la historia
por Omar Aquiles Valladares Coello
Para ser sincero tengo miedo al Coronavirus, no es que le tenga miedo a
la muerte, he sobrevivido a peleas, asaltos, tiroteos, he sufrido aparatosos
accidentes, dos atropellamientos en los últimos tres años y en el último tuve
que ser trasladado en helicóptero al hospital más cercano, con los aparatos
necesarios para dicha clase de eventualidades.
Temo si, por mis hijos y seres amados, y por los seres humanos en general, si me tocara morir no importa he vivido bien, con demasiada suerte y afortunado y burlándome de las cosas tanto profanas como sagradas, lo único que me molestaría de morir ahora es no ver la muralla de Adriano o los blancos acantilados de Dover de paso (mucho esnobismo).
Nuestra generación nació en una época venturosa en cierta manera, no hemos experimentado las grandes crisis de la historia reciente como las guerras mundiales, la gran depresión y para acabarla de fastidiar somos tan “jóvenes” que algunos éramos niños cuando los Beatles sonaban con su música, no conocimos el movimiento hippie, y algunos el destape sexual y el amor libre nos agarró de coletazo cuando éramos adolescentes, y viviendo un sociedades extremadamente conservadores no tuvimos tanto sexo como deseáramos. Para fastidiarnos la libido surgió el SIDA y a reprimirnos, teniendo que decir no a invitaciones de cama y desayuno más o menos sórdidas y libertinas.
Pensábamos que nada malo podía pasarnos, la guerra nuclear es una posibilidad remota y el calentamiento global parecía no asustarnos, hasta que viene y aparece este virus poniendo de cabeza el mundo, países enteros están cerrando sus fronteras, obligando a las personas a estar encerrados en sus casas y vecindarios. Algo bueno resulta de todo esto, por lo menos los niveles de polución han disminuido ostensiblemente que hasta los canales de Venecia de aguas sucias y malolientes al decir de los que conocen esa ciudad, en estos días están según Facebook casi diáfanas.
Algunos informes son muy graves hablan incluso que la epidemia podría ir
para largo, de dos a tres años según algunos, y si eso pasa la economía se
desplomaría y vendría el caos en la sociedad global. Si tan solo tuviéramos las
experiencias de nuestros bisabuelos podríamos estar más aptos para estos
eventos inesperados. Pero entonces
vuelvo a la historia, la maestra de la vida, y entresaco estos datos que
comparto con vosotros empiezo pues…
Pestes, enfermedades, hambrunas y cambios climáticos han sucedido muy a
menudo en la historia de la humanidad, pero ningún suceso como el de la Peste
Negra acaecida entre los años de 1347 a 1353 pues tuvo tantas repercusiones
sociales. Previo a esta grave epidemia en los años de 1315-1317 Europa sufrió
una terrible hambruna debido a las malas cosechas de 1314-1316, produciendo
miles de muertes, de tal manera que cuando se desato la Peste Negra la gente
mal alimentada y débil fue presa más fácil de la enfermedad. Se estima que más
de un tercio de la población de Europa murió a causa de este mal, como unos 25
millones de personas. La gente moría y no había nadie que pudiera darles sepultura,
en algunos casos se logró contratar como sepultureros a mendigos y desesperados
que ya no tenían nada que perder.
La superstición del momento atribuyo la plaga a la conjunción de los astros, a la corrupción de las costumbres, los demonios y hasta los judíos, muchos de los cuales fueron perseguidos y asesinados. El espectáculo dantesco de la muerte y de los cadáveres insepultos, genero reacciones tan opuestas al temor de la muerte, pero naturales como: la sexualidad desenfrenada, la francachela, iban de fiesta en fiesta tratando de pasársela bien.
Después de esto la vida social y política cambio para siempre, para empezar el dominio feudal empezó a resquebrajarse, los siervos se negaban a pagar tributos a los señores feudales ni tampoco servir prestaciones laborales de ninguna índole, quedaban tan pocos trabajadores y obreros calificados que la mano de obra empezó a valorarse como nunca. No todo fue positivo después de la peste por ejemplo en la península ibérica para suplir la perdida poblacional se recurrió al trabajo esclavo, se estima que en Cataluña y Valencia había 20,000 esclavos, definitivamente algunas cosas no son tan favorables después de una plaga.
Pronto se olvidó de las pavorosas muertes de la Peste Negra como si el mundo reclamara más muerte, porque la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra que apenas se detuvo por esta calamidad, se reinició, pese a que en 1348 Francia quedo maltrecha por la peste negra, en 1356 en la batalla de Poitiers sufrió otra amarga derrota; la guerra de los cien años terminaría incluso sin tratado de rendición ni algo parecido en el Quattrocento.
En el continente americano la primera epidemia registrada fue en
diciembre de 1493, en la isla española hoy Republica Dominicana, Francisco
Guerra escribió un artículo sobre esta primera epidemia (Influenza) en la
Revista de Indias de 1985 y cita una fuente del momento : “De pronto, al día
siguiente 9 de diciembre de 1493, toda la gente comenzó a caer enferma con
temperaturas altas y gran postración, de forma que muy pocos escaparían y aun
aquellos que habían salido a explorar, tuvieron que regresar al sentirse
enfermos” esa epidemia se propagaría por todas las Antillas diezmando la
población indígena y los que no murieron por esa enfermedad morirían por la explotación
europea.
En la tierra firme no fue una, fueron varias enfermedades entre ellas: viruela, sarampión, tosferina, varicela y paperas la primera gran epidemia se suscitó hace ya 500 años con la llegada y posterior destrucción del imperio Azteca por los españoles, Elsa Malvido investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México sostiene que entre 1521-1562 las enfermedades produjeron entre un 80 y 90% de mortalidad y que solo las “limito la expansión castellana” los que sobrevivieron apunta esta investigadora; crearon “memoria inmunológica” protectora en sus organismos, millones no tuvieron suerte y murieron pues no tenían defensas contra las enfermedades que los europeos llevaron consigo.
En la tierra firme no fue una, fueron varias enfermedades entre ellas: viruela, sarampión, tosferina, varicela y paperas la primera gran epidemia se suscitó hace ya 500 años con la llegada y posterior destrucción del imperio Azteca por los españoles, Elsa Malvido investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México sostiene que entre 1521-1562 las enfermedades produjeron entre un 80 y 90% de mortalidad y que solo las “limito la expansión castellana” los que sobrevivieron apunta esta investigadora; crearon “memoria inmunológica” protectora en sus organismos, millones no tuvieron suerte y murieron pues no tenían defensas contra las enfermedades que los europeos llevaron consigo.
La antecitada investigadora comenta que estudiando las epidemias en el México colonial entre 1519 -1609 se habla de varias epidemias de viruela en distintos años, pero según ella se trata de la misma epidemia que “lenta pero acuciosamente recorrió casa por casa, poblado por poblado” mientras se construía la Nueva España (México). No sé si una plaga puede subsistir durante décadas enteras matando gente, tendríamos que escuchar la voz de otros expertos.
Mas al norte en la zona de la Nueva Inglaterra, lo que hoy comprende los
estados de: Maine, Vermont, New Hampshire, Rhode Island y Connecticut, entre
1618-1619 la población de esa región sufrió su primera epidemia merced al
contacto con los primeros europeos que llegaron a su territorio. Un indígena de
la zona llamado Squanto que había sido llevado cautivo a Europa siendo esclavo
en Málaga tras una serie de peripecias consigue llegar a Inglaterra donde
después de mucho bregar logra volver a su tierra, en compañía de un tal Thomas
Dermer.
Cuando llegaron a la zona desde el sur de Maine hasta a bahía de Narragansett
la costa estaba vacía, “absolutamente vacía informo Dermer, “todo estaba
abandonado casas destruidas, campos sin cultivo, blanqueados los esqueletos por
el sol y la lluvia” nos ilustran estos testigos, parte del mundo de Squanto
había desaparecido y lo que quedo de la población indígena no tendría buen fin
eso lo sabemos, es historia.
Al sur de los actuales Estados Unidos, en 1539, penetrando por las costas de la Florida llego Hernando de Soto con su hueste armada de 700 hombres 24 sacerdotes, 22 caballos y 300 cerdos, porque siempre a la retaguardia de las tropas iba una partida de cerdos, pues sabemos que es parte de la dieta de los españoles aun hoy día. Durante cuatro años Hernando de Soto recorrería los actuales estados de Florida, Georgia, las Carolinas, Alabama, Arkansas Mississippi, Louisiana y Texas, siendo el primer europeo que avistaría el rio Mississippi a cuyas orillas moriría en 1542.
Al sur de los actuales Estados Unidos, en 1539, penetrando por las costas de la Florida llego Hernando de Soto con su hueste armada de 700 hombres 24 sacerdotes, 22 caballos y 300 cerdos, porque siempre a la retaguardia de las tropas iba una partida de cerdos, pues sabemos que es parte de la dieta de los españoles aun hoy día. Durante cuatro años Hernando de Soto recorrería los actuales estados de Florida, Georgia, las Carolinas, Alabama, Arkansas Mississippi, Louisiana y Texas, siendo el primer europeo que avistaría el rio Mississippi a cuyas orillas moriría en 1542.
Lo que quedaba de la tropa unos 300 hombres pudieron regresar a México
en 1543, hasta allí todo había transcurrido “normal”. Charles C Mann contrasta
los informes de los españoles con respecto a las poblaciones indígenas (mismas
que les presentaron feroz resistencia), con la impresión que tienen los
primeros exploradores franceses que llegarían a comienzos de 1682 y recorrieron
la misma zona que había andado De Soto donde antes hubo cincuenta asentamientos
los franceses apenas encontraron 10, probablemente poblados según
investigaciones recientes por inmigrantes llegados posteriormente, concluye
Mann que había desaparecido una civilización.
Historiadores y antropólogos opinan que estas poblaciones desaparecieron
por la enfermedad y Charles C Mann brinda la explicación más plausible, los 300
cerdos que llevo Hernando de Soto; más de alguno se quedó vagando por los
bosques y serían los causantes de enfermedades que diezmaron la población,
ilustra Mann que los cerdos transmiten: Ántrax, triquinosis, brucelosis,
leptospirosis, y la tuberculosis, los cerdos a su vez transmiten sus
enfermedades a los ciervos y pavos que a su vez pueden trasmitirla a los seres
humanos, estos dos últimos animales eran parte de la dieta de los habitantes de
la región, en el caso de los europeos habían estado expuestos a los microbios
de estos y viceversa, no así los indígenas que murieron por miles.
América del Sur no se libró de las pestes que los europeos trajeron, como los Aztecas, los Incas, fueron diezmados por la enfermedad siendo fácilmente derrotados. Charles C. Mann comenta que Henry Dobyns se percató en unos datos entresacados de los textos de Pedro Cieza de León (1520-1554) conquistador y cronista español quien narra que Huayna Cápac padre de Atahualpa, falleció cuando se desato una epidemia de viruela (entre 1520 0 1525) mucho antes de que llegara Francisco Pizarro con su ejército y conquistara el dilatado imperio de los Incas (1532). Quizá la peste de viruela fue llevada por la tropa que Pascual de Andagoya traslado a la zona del Perú en el año de 1522, pero que no pudo avanzar mucho pues herido en un accidente opto por dar marcha atrás hacia Panamá, incluso se dice que Andagoya no paso más allá del Choco Colombiano, Mann llega a una conclusión sencilla, las excelentes comunicaciones del imperio incaico con su sorprendente red de caminos permitieron que la epidemia circulara rápidamente por la zona.
En plena epidemia de Coronavirus las voces apocalípticas, los histéricos
los supersticiosos hablan del fin del mundo, los conspiranoicos hablan del
surgimiento de un nuevo orden mundial. Claro que el mundo puede terminar un
día, pero no creo que sea por este virus; es más probable que el calentamiento
global lo haga. La tecnología para luchar contra estas nuevas epidemias esta más
avanzada, en resumidas cuentas, hay otras enfermedades más peligrosas
actualmente, hay más información a mano hay más educación y menos superstición,
no es lo mismo el individuo de la edad media con el ser humano del siglo XXI, y
el nuevo orden mundial de los conspiranoicos todavía no llega y tengo la
certeza de eso. El nuevo orden mundial seria casi perfecto en sus inicios,
efectivo, ofrecería tranquilidad, sus líderes serian implacables, casi pulcros,
lo más parecido a un líder mundial del nuevo orden seria alguien como Vladimir
Putin: poliglota, en perfecta condición física, es maestro de artes marciales,
antiguo espía, con estudios universitarios, frio, imperturbable. En el nuevo
orden no podría existir un parásito y vulgar ladronzuelo como el que gobierna
Honduras.
Si tenemos que luchar, sobrevivir y vivir para contarlo es una obligación…
Ilustración: Daniel Valladares (@cuyo003)
😷Mi maestro👏de Historia UNAH pues poes y artista escribe con Sus dibujos también Lic-cuyo🐰- si estamos sobreviendo más .
ResponderEliminarQue ho halla mal que por bien no venga decía mi mamá👩 y lo tomo para sí.
Comentando con una una amiga estámos a obligados a pensar positivos .
Hasta luego Liic.y con fe de regresar a la U.
&
al toque que pues tocará si no pues hay nos vemos Dilcia Herrera Artista nacional 👩🎤