¡La violencia machista, la mató!
¡La violencia machista, la mató! Los patrones se fueron hace un par de días y me dejaron cuidado la casa. -segura que vas a estar bien vos sola ¿no te da miedo? -No se preocupe mamita que dios me va a proteger. -¡Bueno¡ que dios te guarde mija. -Gracias mamita, la casa se siente sola cuando los ustedes no están, pero no se preocupe hay vigilancia privada y aquí no pasa nada. -Bueno mija cuídese. Nunca pensé narrar mi propia muerte, ahora me toca vagar en las calles de Tegucigalpa y contar mi historia que no solo me pasó a mí, si no a muchas que somos asesinas por ellos. Después de colgar el teléfono y hablar con mi madre - fue inconscientemente una despedida-recuerdo que salí a comprar una recarga para meterle un paquete de llamadas a mi celular, nunca tuve desconfianza, ni temor de salir de noche, la residencial donde trabajaba por lo general era segura, su vigilancia siempre estaba presente en la entrada y en la salida. Daba de alguna manera sentirte segura; t